El hecho de que las personas que cuenten con algún tipo de minusvalía o discapacidad puedan sentirse independientes y autónomas es algo fundamental para su bienestar físico y emocional. Por eso, una de las opciones que tienen al alcance de la mano para lograrlo es proceder a lo que se conoce como adaptación de vehículos de minusválidos para la conducción de los mismos.
En este sentido, varias son las acciones que las empresas especializadas en estas tareas llevan a cabo para conseguir un automóvil perfectamente preparado para que pueda ser utilizado por una persona con discapacidad:
- Aceleradores. En base a la minusvalía que tenga el conductor estos se pueden colocar en diferentes lugares del interior del vehículo para que le sea mucho más cómodo conducir. En concreto, se pueden ubicar por encima o por detrás del volante así como mediante un aro mecánico alrededor de aquel dispositivo para que puedan ser pulsados con los pulgares.
- Frenos. No menos importante en la tarea de adaptación de coches de minusválidos es una correcta ubicación de aquellos que permitirán evitar todo tipo de colisiones y parar el vehículo cuando se desee. Lo más frecuente es que se ubiquen en el salpicadero para que se puedan utilizar con la mano derecha. No obstante, también se pueden colocar para que seas accionados con la pierna izquierda o mediante un simple interruptor.
- Embragues. Al igual que sucede con los dos anteriores pedales mencionados estos también se adaptan perfectamente a las necesidades de cada conductor con discapacidad. De ahí que se puedan establecer tanto manuales como otros de carácter automático.
Las luces, el telemando o la activación de los limpiaparabrisas son igualmente posibles de adecuar al tipo de minusvalía que tenga el propietario del automóvil en cuestión.
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